Una gran repercusión y polémica
se generó con el discurso que dio la Secretaria general de la Unión
Internacional de las Juventudes Socialistas, Beatriz Talegón. Sus denuncias y
planteamientos, ante la evidente apatía
de muchas y muchos socialistas, no dejan de llamar la atención, sobre todo por
cómo actualmente el Partido Socialista se relaciona con las urgentes y
necesarias metamorfosis que se necesitan en el mundo, como también la preocupante
forma de vida que tienen personeros, que se dicen ser y estar con el pueblo.
Gran parte de las y los
socialistas están lejos de los ejes transformadores (los cuales son necesarios
para terminar con las terribles desigualdades e injusticias que se viven día a
día), pues no se ejercen los principales valores, que como militantes prometimos
resguardar.
Beatriz, nos hace reflexionar sobre
la esencia que como socialistas debemos perpetuar, nos hace sentir sumamente
identificados, porque más que mal ella, a pesar de no decir nada nuevo, ocupo
una vitrina para intervenir un congreso, y poder clarificar posiciones
relacionadas con un “ser socialista”. Creo que ella nunca imaginó que a nivel internacional
existieron compañeras y compañeros que nos sentimos plenamente identificados
con sus melancólicas y sinceras palabras.
Si bien, este discurso repercutió
alrededor del mundo, dejándose entre ver una gran fortaleza y convicción
rebelde respecto a cuál es el rol de los socialistas y cómo algunos trabajan en
una vereda funcional al sistema económico neoliberal, me pregunto: ¿cuál habrá
sido la repercusión y reflexión que dieron los jóvenes socialistas?, ¿Cómo
habrán reaccionado dirigentes y representantes, que sin explicación alguna se han instalado en
espacios de poder, abandonando el mundo social?
De cierto modo se pueden visualizar, reacciones que sólo se enfocaron en la metáfora del “Hotel cinco
estrellas”, develando que Talegón va a buenos hoteles y que come bien, entre muchos otros comentarios dignos de una lamentable farandulilla. Pero, ¿Por qué mejor no debatimos o nos informamos sobre lo profundo
del contenido?, Por qué no sincerar las cosas que como socialistas queremos
cambiar de verdad?. Muchas y muchos sentimos que por una parte, como jóvenes socialistas
cargamos con los errores de representantes socialistas que hace rato se han
alejado del mundo real (viviendo en una especie de maravilloso olimpo), y por otro lado
tenemos la convicción, fuerza y ganas; para ser parte de la
construcción de un proyecto país que permita satisfacer necesidades políticas,
económicas y culturales, que hoy en día tenemos miles de ciudadanas y ciudadanos.
En el diario “El Confidencial” se
redactó una nota, a propósito de lo sucedido en el Congreso de la Internacional
Socialista, en la cual, aparece un
párrafo que es muy lamentable, ya que es evidente la falta de comprensión hacia las palabras
que expresó esta Secretaria General. “(…)La
española Beatriz Talegón se
avergonzaba públicamente ante sus compañeros de que se debatiera sobre
socialismo desde un
hotel de cinco estrellas, pero se olvidó de que la Unión
Internacional de Jóvenes Socialistas (IUSY) que lidera le ha pagado una docena de viajes para
asistir a convenciones que se han celebrado alrededor de todo el
mundo(…)”
Una vez más nos podemos dar
cuenta de la antigua estrategia de
querer cambiar los focos de discusión, con el fin de evitar debates profundos
respecto al espíritu de un mensaje que se quiso transmitir. Ahora se fuerza “cahuinear”
(como se dice en buen chileno) a través de prensa y conventillos, respecto a cuánto
caviar ha comido Beatriz, cuántos países ha visitado esta mujer, y en cuantas camas King ella ha dormido. Ese debate por lo menos a mí, no me interesa. Comprendo que el rol
de muchas y muchos dirigente ha sido representar en encuentros, seminarios,
congresos internacionales, lo cual es evidentemente positivo, por las
redes y vínculos internacionales que se pueden generar, y por supuesto, son viajes necesario para discutir en función de lo que debemos ser y hacer cómo
socialistas, compartiendo experiencias y articulación. Lo nefasto sería que estos encuentros y
congresos se convirtieran en un simple lobby y cuoteo de poder internacional (inocentemente espero que no sea eso)
Me
avergüenza y me enoja enormemente la falta de auto critica de varios socialistas, pero también me enorgullece saber y sentir que existan en varias parte del mundo,
compañeras y compañeros que tienen las mismas motivaciones y convicciones que
sentimos muchas personas, dentro de nuestros distintos frentes.
Lo que se puede sacar en limpio,
en términos generales, es que aún existimos socialistas dispuestos a vencer,
con vocación de poder, con trabajo dentro del mundo social, con ganas de ser
parte de las transformaciones sociales, con la disciplina y perseverancia de
participar en distintos frentes políticos y sociales; ante esto no debemos
bajar los brazos ni caer en lógicas que simplemente nos entramparán y nublarán de los objetivos que debemos definir, más que mal, no nos podemos dar
el lujo de perder más tiempo, porque compañeros, estamos dentro de un contexto en el cual la ciudadanía
exige que se respeten sus derechos universales.
Para lograr materializar la recuperación de nuestros derechos sociales, las y los socialistas debemos ser agentes de cambios, y digo
tajantemente “debemos”, porque la
fraternidad, la igualdad y la solidaridad, son principios que nos permiten no
perder el foco al cual nos queremos dirigir en este proceso.
Beatriz Talegón, claramente quiso expresar una preocupación por el abandono
de los más importantes valores que puede tener un socialista. ¿Por qué tanto
miedo a sus palabras?, ¿Por qué tanta polémica por verdades que nos debiesen
identificar a muchas mayorías? No veo
tampoco a Talegón como una heroína que vino a salvarnos del “Statuo Quo”, porque somos nosotros quienes debemos romper las barreras que tienen secuestrados a muchos territorios que se dicen ser socialistas. Por lo mismo no se puede
dejar de valorar su coraje a la hora de expresar simplemente una realidad que es
imposible negar, una situación que está materializada es que el Partido
Socialista, junto a su Juventud han abandonado el proyecto país por el cual,
por ejemplo, Salvador Allende se habría sentido orgulloso. Ante esto, creo que
no es suficiente llorar sobre la leche derramada, o ser meros críticos pasivos,
sino que debemos articular un trabajo, ser partícipes de los frentes sociales,
exigir distintos pronunciamientos a compañeras
y compañeros, que están en cargos de representación como en Municipalidades y
Parlamento.
Mi intención no es generar
polémica y menos generar más divisiones de las que existen, pero si debo
recalcar que me gustaría mucho ver una mayor auto critica como también una
voluntad política de revertir el contexto en el que estamos envueltos como
socialistas. Muchas y muchos trabajamos día a día para demostrar que existen
socialistas que estamos con las grandes mayorías, y que no descansaremos hasta
ver un país que realmente cambio, que se transformó a uno que felizmente, logró
doblarle la mano al destino neoliberal al que nos empujan.
Salvador Allende Gossens