El cierre de
colegios y el desmoronamiento de la educación pública
Hoy es claro que la educación
pública vive una profunda crisis en todos sus niveles, pero el lugar donde esto
se hace evidente es en la etapa escolar. Hoy casi el 50% de los estudiantes de nivel
básico y medio están matriculados en colegios particulares subvencionados
(financiamiento compartido), instituciones que han ido creciendo
constantemente, ya que son una alternativa confiable para padres y apoderados,
preocupados de la educación de sus hijas e hijo, lo que va en desmedro de la
educación municipal pública.
Pero ante estos sucesos, ¿Por qué
el Estado cada vez se desentiende más de su rol? ¿Por qué el sector particular
subvencionado carece de regulación estatal?
Podemos interpretar distintas
aristas y tesis ante el rol que ha jugado el Estado los últimos años en materia
de educación. Podríamos plantear una de falta voluntad política, proyectos
privatizadores, el marco normativo actual, implementación de políticas públicas,
entrega de recursos, entre otras excusas o justificaciones. Pero, en términos
concretos, podemos hacer una reflexión llena de datos que reafirmarían que no
existe una intención de fortalecer al Estado para que pueda regular y hacerse
cargo de la educación de los jóvenes de nuestro país.
Vemos por una parte la evidente
caída de matrículas en liceos municipales. En la presentación que realizó
Educación 2020 en Enero 2012, para la Comisión de Educación del Senado se
reafirma lo anterior: “El conjunto de normas existentes, la conflictividad
gremial y la carencia inicial de recursos generó una caída de matrícula a tasas
cada vez más aceleradas que los municipios no han podido revertir ajustando sus
costos. (…) Chile no puede eludir el hecho de que los déficit de arrastre son monumentales”.
Para el año 2013, se proyecta un
total de 42 colegios Municipales serán cerrados (dato:
La Tercera), y llama la atención que a lo largo del país son los colegios y
liceos rurales los más perjudicados. Es difícil concentrar todos los cierres en
una sola causa-consecuencia, pero sí es fundamental dejar claro cuáles son las razones
que NO justifican un eminente cierre de liceo o colegio municipal.
i-. Educación de Calidad: Es
deber del Estado proteger la calidad de la educación de niñas y niños. Ante
esto se deben entregar herramientas, recursos y generar políticas públicas que
salven y protejan el derecho a estudiar.
Durante el Gobierno de Ricardo Lagos se dictó que la educación escolar
sería gratuita y obligatoria. Ante estos anuncios, se debió dar un giro hacia
un fortalecimiento de esa educación pública, con inversiones a nivel nacional,
y que por supuesto minuciosamente protegiera a niños que viven en sectores
rurales. La calidad de la educación no puede condenarse cuando lo que debes hacer
es solucionar de raíz la crisis que vive la educación municipal.
ii-. Disminución de matrículas en
liceos municipales: ésta es la principal razón que se esgrime para justificar
el cierre de colegios. De hecho, La Tercera realizó un catastro e hizo una investigación
donde informa que “la mayoría de los cierres de algunos de los 5.537
establecimientos públicos del país obedecen a la baja matrícula que se genera
en la mayor competencia con el sector particular subvencionado (en 2011, este
sector concentraba el 46,5% de la matrícula ) y en la caída en la población
escolar (entre 2002 y 2010, los menores de 15 años disminuyeron en más 374 mil,
casi 9%)”.
Nuevamente se ataca al problema sin
ofrecer una solución. El Gobierno actual
adopta una posición cómoda y despreocupada al no regular, al no investigar los cierres
masivos de colegios que han ocurrido en comunas como La Cisterna, Maipú, La
Florida, y fuera de Santiago en la región de Coquimbo, Angol, entre muchas más.
No existe política pública alguna o programa serio que permita salvaguardar la
integridad educativa de alumnas y alumnos, no hay solución de salvar el trabajo
de miles de docentes, y menos hay interés alguno de entregar el derecho a
educarse.
iii-. Cierre de colegios
municipales por falta de inversión: El salvaguardar nuestra educación pública,
el derecho a una educación escolar de calidad y un fortalecimiento y
posicionamiento de Liceos se debe materializar con una inversión considerable
como también con la administración de los recursos financieros entregados a
estas instituciones. Por lo que se deben distinguir dos aristas que se
complementan. Por una parte, el proyecto educativo de los liceos que tienen
como principal enfoque entregar una carga académica a alumnas y alumnos, que
sea provechosa y eficiente a la hora del aprendizaje. Por otro lado, existe
netamente el área administrativa, que se relaciona sólo con la gestión de
recursos que se van moviendo al interior de las escuelas y/o liceos. Al separar
cada rol, se permitiría entregar una educación digna de ofrecer a niñas y niños
a lo largo de nuestro país.
Es de suma importancia que exista
una preocupación por la situación que está viviendo actualmente la educación
pública escolar. Si bien se han hecho advertencias por parte de organizaciones y
actores sociales, no se ha entregado el protagonismo que merecen estos
acontecimientos. Hoy lamentablemente la educación municipal está en una muerte
progresiva. Ante este diagnóstico fatalista, queda denunciar y alertar más aún
a ciudadanas y ciudadanos, como también presentar propuestas y sobre todo ser
agentes activos a la hora de direccionar las propuestas para sacar del coma
nuestra educación pública.
Cuestionar la calidad de la
educación escolar por problemas de matrículas, y simplemente cerrar Liceos, es
básicamente querer, con una lamentable intencionalidad, envenenar a
instituciones públicas, con el fin de sobre proteger al sector privado, lugar
donde no todos los niños pueden acceder a educarse.
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